miércoles, 21 de septiembre de 2011

La Florida, Táchira

Aunque mi intención no era pisar la ciudad de San Cristóbal hasta haber recorrido otras zonas del Táchira, me era imposible proseguir mi camino hacia las aldeas del municipio Cárdenas sin atravesar media ciudad capital.
Todos estos días se han caracterizado por el fuerte calor que está haciendo en el Táchira, incluso cuando llueve, desde tempranas horas de la mañana; sin embargo, no me esperaba que hoy fuera tan diferente. 
Partí de Táriba desde las seis de la mañana con el único fin de no verme afectado por el fuerte congestionamiento vial que tiene lugar entre Táriba y San Cristóbal durante las primeras horas del día, a estas horas todavía pienso que fue la mejor decisión que pude tomar. 
Atravesé la autopista San Cristóbal - La Fría, en el tramo que sale de Táriba, hasta llegar a la altura del sector Las Lomas (San Cristóbal). Desde allí seguí por toda la avenida Libertador, intercepté la Quinta Avenida del Centro de la ciudad y al llegar al Viaducto Viejo procedí a recorrer la avenida 19 de Abril.
En cuestión de quince minutos desde que salí de Táriba, estuve en el semáforo de la Policlínica Táchira, en plena salida de la capital del estado hacia el Chorro del Indio, por el este de la misma. Si se viaja a esta zona en horas de la mañana se debe tener mucha cautela y no confiarse en el casi nulo tránsito vehicular; esta vía es muy frecuentada por deportistas que ascienden hasta la Cruz de La Misión y desde allí retornan a la ciudad. Toda esta área corresponde al Parque Nacional Chorro del Indio, es una zona boscosa de constante ascenso, incluso por lo pendiente de la montaña, el número de curvas en la vía es bastante significativo.
Me detuve a desayunar en el sector La Batea del Chorro del Indio. Hay varios puestos de comida a lo largo de la carretera, más mi intención era salir lo más rápido posible de los límites del municipio San Cristóbal. Un buen baño en las gélidas aguas del Chorro del Indio era algo que está sobreentendido mientras tanto, una leve llovizna empapaba el camino y hacía que la neblina tomara lugar en esta zona. 
Me tomó dos horas llegar a Macanillo desde La Batea, aún a estas alturas del verano, la carretera está en muy malas condiciones; existen varios tramos de la misma obstruidos por los derrumbes. Esto, la lluvia y la neblina limitaban la visibilidad a unos diez metros a lo sumo.
En Macanillo me detuve a descansar; pese a que no he recorrido grandes distancias, si hay desgaste físico debido al mal dormir y a las comidas sencillas de la carretera. 
Luego de una media hora de sueño en mi camioneta, seguí camino por una carretera nueva para mi, lo bueno es que no existe desviación en ninguna parte y a la fija se llega al destino que se quiere. A lado y lado lo único que se ve es vegetación bastante alta y uno que otro potrero. Finalmente, a la distancia, apareció el primero de mis destinos, la aldea de El Potosí. Está habitada por gente sencilla, muy trabajadora y dedicada de lleno a las labores de siembra y pastoreo. El mayor atractivo de esta aldea es la iglesia, incluso carece de plaza Bolívar.
Debido a la premura por llegar a La Florida antes de mediodía, poco me demoré en El Potosí; sin embargo, diseminadas en la carretera me di cuenta de un gran número de caseríos organizados, incluso los hay con su propia iglesia, tal es el caso del caserío San Francisco.
Llegué a la una de la tarde a La Florida, a estas horas nuevamente el Sol estaba apareciendo en esta zona y eso es sinónimo de buenas noticias para mi porque puedo trabajar de lleno y sin interrupciones. 
Me gustó mucho el orden de este pueblo, la verdad no me lo esperaba. Es muy tranquilo también y eso a mi gusto es buenísimo porque no existen presiones de nada. Los florideños son conscientes de la enorme distancia que les separa de la capital municipal (Táriba) y por ello han buscado alternativas, una especie de autonomía, para seguir adelante con sus faenas administrativas y no depender prácticamente en nada del ayuntamiento de Cárdenas.
La iglesia de la Inmaculada Concepción es el edificio más alto y más llamativo, sobre todo por el nuevo color que le estaba siendo aplicado. 
De aquí destaco el gran número de quebradas, ríos, y la abundancia de la vegetación, zonas aún inexploradas y que conservan ese encanto donde el impacto humano no se ha visto con tantas fuerza.
Me tocó pernoctar en la camioneta porque aquí no hay hoteles ni posadas; la conexión a Internet es bastante limitada, con decirles que me tocó esperar casi dos horas para conectarme. 
 Detalles de la carretera de La Batea - La Florida
 El Potosí desde la carretera
 Iglesia de El Potosí
 Capilla de San Francisco
 Quebrada La Gómez, a escasos kilómetros de La Florida
 La Florida a lo lejos
 Avenida principal de La Florida
 Vista de la iglesia Inmaculada Concepción desde la plaza Bolívar
 Remodelación de la iglesia
 Inmaculada Concepción
Llegada de la noche en las calles de La Florida