martes, 27 de julio de 2010

Barrancas, Barinas

Tierra con importantes reservas de gas natural e hídricas llena de contrastes de todo tipo.
Si bien nosotros tuvimos la experiencia de viajar desde Los Andes hasta allí, debo reconocer que los sitios que más llamaron la atención por sus imponentes vistas naturales fueron los sectores de Masparrito y La Yuca, pueblitos muy pero muy pequeños entregados de lleno a las faenas del campo.
Siguiendo más hacia el sureste barines nos encontramos con Barrancas, aquí ya no son tierras altas sino que de nuevo aparecen las llanuras, pero es interesante ver el tipo de vegetación de aquí, es bastante dañada, la tierra es cenagosa y tiende a formar barrancos de barro que no permiten que la agricultura sea un factor de producción.
No sé si existe incidencia en que, por ser una zona donde operan las petroleras, por eso su flora tiene la apariencia de estar quemada.
Lo único que me llamó la atención es la represa del río Masparro, por eso, a ella le hago el honor de estas fotos.
Mañana estaremos en la tierra natal del Innombrable, Sabaneta. Por fin habrá trabajo de nuevo...

Carretera hacia Barrancas
Las Palmas de Barrancas
Pura devastación, pozo gasífero La Turbia
Cayo en la Represa Masparro
De las pocas fincas que hay en Barrancas
Represa río Masparro
La represa a las 4 PM
Un atardecer idílico en el Masparro
La noche llegaba mientras regresábamos hacia Veguitas

lunes, 26 de julio de 2010

Altamira de Cáceres y Calderas, Barinas

Ambos pueblos constituyen el génesis del estado Barinas desde la época colonial.
La primera, fue la base de los españoles en la conquista de los pueblos indígenas que moraban en los llanos venezolanos; está situada en los Andes barineses y su cercanía con Santo Domingo - Mérida, la hece puerta de entrada y nudo de comunicaciones entre ambos estados.
Altamira de Cáceres es irrigada por las aguas del Santo Domingo, muy crecido por estas fechas por la temporada invernal que está atravesando Venezuela. Tiene muchos vestigios representativos de su rico pasado y sus tradiciones son muy distintas a las de los pueblos y ciudades de Barinas.
Calderas es, al igual que Altamira, un importante núcleo en la producción agrícola, más no pecuaria. Tiene enormes extensiones de sembradíos de café y su gente es, como buen andinos, muy cordial y diligente a la hora de darnos a conocer algunas de sus tareas de sus tareas cotidianas.
No hay mucho que decir de ambas porque la verdad, aunque tuvieran lo mejor, no tuvimos el tiempo para conocerlas más a fondo.
Fue difícil este fin de semana cumplir con nuestras labores a cabalidad, la lluvia ha sido impostergable y aunque por momentos da pausas para que aparezca el Sol, no han sido lo suficientemente buenas las condiciones para trabajar.
Hoy hicimos entrada a Barrancas, esperamos noticias sobre el segundo informe que presentamos. Dios quiera que todo salga bien y me ayude a superar una cuota de nostalgia que me está atacando en estos días.

De Barinitas a Altamira de Cáceres empieza a empinar la montaña
De los últimos trapiches
La belleza de contrastes de mi país, Falla La Volcanera
Hato Duran
El Santo Domingo desde el puente
Calle principal de Altamira
Casonas de la primigenia de Barinas
Otra más, ya el frío anunciaba otro chaparrón
Plaza Bolívar de Altamira de Cáceres
Recuerdos del mercado de Altamira
Altamira de Cáceres, en deuda por conocerla mejor
Amanecer en el Cerro El Gobernador
Selva húmeda entre Altamira de Cáceres y Calderas
Ganando terrenos a la selva
Hacienda Cafetera Los Piedrones
Casa de campo de Calderas
Puente sobre Río Azul, una dosis de calor
Una de las calles de Calderas
Iglesia de la parroquia barinesa
Calderas de Bolívar, muy tradicional
Calles del pueblo antes de salir para Barrancas

viernes, 23 de julio de 2010

Barinitas, Barinas

A meros 15 kilómetros de Barinas, prácticamente en una carretera en línea recta y en pleno piedemonte andino, está Barinitas.
Si bien el pueblo es grande y es dormitorio de mucha gente que trabaja en la capital del estado, son constantes las fallas en los servicios públicos, sobre todo el agua y la luz, y esto lita, de una u otra forma, el potencial agroturístico que tiene Barinitas.
El pueblo cuenta con dos ríos grandes, el Santo Domingo y el Calderas, que lo avenan, además de varias quebradas de aguas cristalinas que hacen que estas tierras sean de las más fértiles e irrigadas del estado; sin embargo, con todas las fuentes hídricas a su disposición, el ayuntamiento no ha considerado viable la construcción de un acueducto para el pueblo.
El principal atractivo de Barinitas son sus casas, todas de considerables dimensiones y que datan de mediados del siglo XIX y principios del XX.
Ubicada en la parte más elevada de una meseta y con el pueblo creciendo hacia sus faldas, gran parte de sus calles tienen una ligera inclinación hacia la avenida Intercomunal. Hablando de vialidad, no puedo dejar pasar por alto que la vieja Barinitas cuenta con unas pocas calles empedradas correctamente preservadas, casi todas están en las inmediaciones de la plaza Bolívar.
Uno de los aspectos que mayor atención acaparó para mi, es que el Simón Bolívar de este pueblo es el primero, creo yo, que tiene la espada desenvainada y que está preparado para la batalla. Barinitas también cuenta con un seminario de grandes proporciones y muy bonito.
Hay un mirador muy famoso pero no tuvimos la oportunidad de visitarlo por las lluvias, se trata del cerro El Cacao, del que según nos referenciaron, brinda la posibilidad de observar a Barinitas y a Barinas desde su punto más elevado.
Hoy empieza el fin de semana y nos espera un fuerte inventario que organizar para este lunes. Estamos trabajando desde hace varios días en él, pero como los datos en la mayor parte de las localidades visitadas fueron suministrados por organizaciones gubernamentales y ellos mismos divergían de su veracidad, es casi seguro que nuestro censo será refutado y cuestionado.
Llegamos a Altamira de Cáceres antes del anochecer y como aquí nos ofrecieron ciertos registros complementarios sobre el municipio Bolívar de este estado y como la cría de ganado aquí es escasa, espetramos cerrar y enviar todos los expedientes mañana mismo.
Una cosa que me tiene pensando son mis vacaciones, en dos semanas saldré libre y la verdad, no veo la hora de llegar al Táchira para reunirme con mi familia. Yo sé que mi empleo puede ser considerado por muchos como unas vacaciones, pero sinceramente les digo que conocer estos parajes con personas que no tienen ningún nexo con uno más allá de la amistad y que además exista la posibilidad de dormir todos apretujados en una camioneta o donde nos caiga la noche tener que pedir refugio, está lejos de ser mi concepto de vacaciones.

Quebrada Agua Blanca, en la salida de Barinas
Detalle de la calle principal de Barinitas
Una casita frente a la plaza
Casas de artesanías y recuerdos
La prefectura más bonita que he visto
Almacenes Damasco, principal centro comercial de Barinitas
Iglesia de Barinitas
El padre de la patria
Casa de la carrera 6, esquina más fotografiada de Barinitas
Silos de Moliven
Casa de la Cultura y Ateneo
El samán de Quebrada Seca
Barinitas expandiéndose hacia la gran capital
Seminario de Barinitas
Después de la lluvia
Subiendo hacia Miraflores
Hacienda La Trinidad
Detalle de los llanos altos en la Hacienda La Trinidad
Alto de Barragan desde La Trinidad
Antes de cruzar el puente sobre el Santo Domingo me encontré con esta. Alguien me podrá decir ¿Qué es penicure?
Ocaso en el Santo Domingo