Iniciamos el recorrido por una zona de amplio interés para el ecoturismo en Venezuela.
Bien temprano nos dirigimos al cerro Buenos Aires, el cual tiene una altura poco considerable pero lo contrasta con la variedad de quebradas que lo avenan, todas con aguas cristalinas y poco caudalosas; sin embargo, la atención principal la tiene una denominada Zumbador.
Quebrada Zumbador es una vertiente un pequeño río que desciende del cerro, pero esta tiene una arteria aparte a través de un intrincado amasijo de rocas y hace su descenso final con una pequeña cascada que hace gala a su nombre. Es poco visitada por el acceso tan difícil; además, el poco desarrollo de la zona hace que esta pase desapercibida, no así, el cerro Buenos Aires, ya que este es utilizado por algunos mochileros para descansar o pasar jornada, incluso aquí se hacen excursiones por parte de grupos universitario y de scouts.
Luego del descenso del cerro llegamos al pueblo de Humocaro Alto, lo bonito de este pueblo es la entrada, la cual consiste en una carretera llena de morichales a lado y lado, de ahí en adelante es muy parecido a La Palmera.
Este pueblo es de tradición larense e incluso hace un esfuerzo para que sea reconocido, más allá de su riqueza agrícola, por su herencia ancestral.
La iglesia de Nuestra Señora del Rosario es parte de ese atractivo y vale la pena conocerla. La plaza Bolívar si es modesta, eso no hay que negarlo, pero el mercadillo que hay en sus inmediaciones invita al turista a conocer más del pueblo.