lunes, 30 de agosto de 2010

Tinaco, Cojedes

Ha sido difícil resumir lo sucedido en los últimos días. En el día de hoy, desde estas bellas tierras cojedeñas, tengo que reconocer que la vida realmente no vale mucho y peor aún, aunque soy una persona netamente solitaria y que busco la asociación con otras personas en determinados momentos, tengo que reconocer que la soledad tiene su lado oscuro y feo.
Desde la anterior ocasión, en El Baúl, tuve que regresar a la ciudad de San Cristóbal para agilizar algunas diligencias personales con respecto a una documentación; cuál sería mi sorpresa cuando al llegar a la casa me entero de la noticia de uno de los más apreciados vecinos de La Concordia, el señor Castillo Guardia, uno de los fundadores y de los más destacados efectivos retirados de la Policía del Táchira. Su muerte me tomó por sorpresa porque fue un evento repentinísimo y en una situación, probablemente, evitable.
Pero los estertores del destino no paraban ahí, el pasado viernes, no habiendo transcurrido más de 24 horas, me entero de la defunción de otro amigo, el señor Orlando Fuentes, quien en vida se desempeñara como diagramador del Diario La Nación. Al otro día, otro de mis amigos sufre la tragedia de tener que pasar dos semanas de incapacidad porque en un juego de fútbol se fracturó el codo.
Durante la semana, puede realizar todos mis trámites y quedé en la espera de una respuesta positiva. Pasé todos estos días con mi familia y contándoles de las cosas bellas que se ven a diario en mi Venezuela, pero emocionalmente me empiezo a sentir cansado del tipo de relación que estoy llevando con todos y cada uno de los miembros de mi familia; no es aburrición, tampoco es añoranza, tal vez es tedio por la rutina, por el hecho de que es poquísimo lo que cambia la casa; también ha influido mucho la nostalgia por la gente que se fue así sin más, de los que solamente quedará un recuerdo memorable por la excelente calidad de personas que ambos fueron.
Antes de regresar a Cojedes, la desgracia nuevamente tocó las puertas de mi entorno, afortunadamente no fue peor el saldo, pero otro amigo, el señor Douglas, otro de los diagramadores de La Nación, tuvo un accidente de tránsito que estuvo a punto de costarle la vida; a Dios gracias que a pesar de las lesiones recibidas, únicamente ameritó un tratamiento ambulatorio, pero se lamenta mucho la pérdida total de su vehículo; todo por la inconsciencia de algunos sancristobalenses que se toman las avenidas de la ciudad para hacer piques automovilísticos.
Entrando en el tema al que está dirigido el blog, llegué a la ciudad de Tinaco, a escasos kilómetros de la capital de este estado, Cojedes, tierra ganadera y con amplios potenciales para hacer de este ramo de la producción algo mucho más extensivo.
También hay empresas que se dedican a la explotación de los feldespatos, pero sin dudas que lo más destacable es su pequeño centro, con edificaciones que datan del siglo XVII y que han sido las casas natales o fuentes de inspiración de muchos cojedeños, por lo que esta modesta localidad se ha ganado el apelativo de "La Atenas de Cojedes".
Aquí tienen lugar unas festividades conocidas como las Locainas, en realidad no tuve el gusto de conocer mucho acerca de esta tradición porque me pareció algo sin sentido y sin el menor acervo histórico.
Tampoco pude conocer muy bien al pueblo porque el trabajo ha estado bastante pesado. Sin embargo, lo memorable, es su atardecer.

Domingo en la mañana en Tinaco
La iglesia y, a pesar que apenas eran las 8 de la mañana, ya estábamos a 28°C
Tinaco forma parte de la zona rural del estado Cojedes
Después del chaparrón
Y lo prometido, el atardecer tinaquero

martes, 17 de agosto de 2010

El Baúl, Cojedes

Después de unas largas vacaciones en las que disfruté los momentos más gratos del año con mi familia en San Cristóbal, las labores cotidianas retornan a su lugar y es así como mi empleo me tarjo hasta el estado Cojedes.
Arribé a El Baúl, una localidad del sur del estado y que está avenada por los ríos Tinacón y Portuguesa, donde la ganadería es ampliamente explotada y el potencial minera está en vías de desarrollo.
El Baúl es una tierra conocida por ser de las mejores del país para la explotación de ganado de carne; aquí son variadísimas las razas y cruces que han hecho los productores con el único fin de lograr una cría más rapída y a su vez, más rentable.
A pesar de estar ubicada en los llanos venezolanos, El Baúl está rodeado de cerros y montañas de escasa altura, no mayores a los 300 metros.
Del pueblo, la verdad, hay poco que decir, es muy similar a Pedraza La Vieja en el estado Barinas, con la diferencia que El Baúl es mucho más comercial; lo que sí debo destacar es un pueblito en la carretera que sale de El Baúl y que comunica con la ciudad de Arismendi en Barinas, se llama Igüe y aunque es bastante insignificante geográficamente hablando, sus plamares son idílicos y permiten observar una pequeña muestra de la fauna cojedeña.

Detalle del río Portuguesa a su paso por El Baúl
Palmares de Igüe
Otra de las escenas de Igüe
Plaza Bolívar de El Baúl y su inmenso e histórico samán
Iglesia de San Miguel Arcángel
Atardecer en Igüe

lunes, 2 de agosto de 2010

Desde Sabaneta hasta Puerto de Nutrias, Barinas

Desde la capital del municipio Alberto Arvelo Torrealba, pasando por los municipios de Obispos, Rojas y Sosa, la agropecuaria juega un papel importantísimo en la economía barinesa y venezolana; sin embargo, si hay que ser un tanto específicos, el impulso productivo de Sabaneta es más reciente y hoy en día mucho mayor que el de los otros municipios descritos.
Sabaneta es una pequeña urbe ubicada en los límites con el estado Portuguesa; está muy bien irrigada, por lo que sus tierras son excelentes para cualquier tipo de cultivo; constancia de sus riquezas hídricas quedan demostradas con la cercanía de dos complejos hidroeléctricos a escasos kilómetros de ella.
La trascendencia de Sabaneta estriba en que esta es la cuna del actual presidente de la República. No se puede negar que el empuje que Hugo Chávez le ha dado a Sabaneta es importante ya que, al contar con la totalidad de recursos a su disposición, hay excelente solvencia crediticia y el agro se ha visto beneficiado. Es este detalle donde la realidad contrasta con los demás pueblos o ciudades que describiré a continuación en este mismo apartado, pero por citar alguno, Santa Catalina, donde su acceso se nos dificultó no solo por las lluvias sino también por la pésima vialidad.
La ciudad en sí no reviste importancia alguna en términos turísticos; sin embargo, un aspecto que me llamó la atención es que allí existe la convicción plena de que el líder de Miraflores todo lo puede y por ello su natalicio, que coincidencialmente se celebró la semana pasada, es catalogado como fecha patria por sus habitantes.
Desde aquí tomamos carretera hacia Obispos, una población aún más pequeña que Sabaneta pero con cierto movimiento social convencional ya que esta es una de las ciudades dormitorio de la gran Barinas.
Obispos, a pesar de aparecer frecuentemente en distintas fuentes literarias del país, sólo dispone de una iglesia como atractivo de interés; lo demás, es más de lo normal de este estado.
Luego de Obispos pasamos a Los Guasimitos y a La Luz; según informes oficiales, estas dos poblaciones son capitales parroquiales del municipio de Obispos; sin embargo, para mi, son solo veredas a orillas de carretera. No son grandes y mucho menos tienen algo llamativo, pero eso sí, cuentan con grandísimas extensiones dedicadas únicamente a la ganadería; incluso vimos algunas con búfalos asiáticos los cuales, a nuestro modo de ver, difícilmente son rentables ya que en primer lugar su costo es elevado y una vez aquí, requieren de una adaptación que también es costosa y su consecuencia inicial es la erosión de los suelos porque su peso es desproporcionado para lo frágiles que resultan ser estas tierras.
En esa misma tónica llegamos a Dolores, pueblo donde se repitió lo mismo de días atrás; es más, empiezo a pensar que estos pueblos tienen como motivo de existencia servir de refugio a los peones de las haciendas, lo digo por la soledad de sus calles y por lo pequeños que son.
Cercano a Socorro está Libertad, aquí volvieron a aparecer las lluvias y con ello, las tierras empiezan a anegarse lo que sin dudas dificulta nuestro trabajo ya que el ganado, en varios sectores, ha sido desplazado a tierras más altas.
Lo malo de Libertad es que esta es atravesada por varios ríos pequeños y quebradas, lo que de repente la harán un paraiso en la temporada seca, pero en invierno es que las consecuencias de la planificación de una ciudad en tierras bajas se ven en estas fechas, donde las lluvias no dan tregua.
La carretera que avanza por las riberas del Masparro estuvo intransitable por estos días por ello tuvimos que tomar el camino largo a través de la vereda Santa Rosa y de ahí avanzar por El Regalo hasta Ciudad de Nutrias, cabecera del municipio Sosa. Nada cambió, la imposibilidad de trabajar y el fastidio de perder el tiempo en medio de la nada nos hicieron considerar la suspensión de nuestras actividades hasta terminada la temporada invernal; lo que no contábamos era que se nos exigía un informe completo del estado Barinas para el día 10 de este mes... No hay remedio, hay que seguir.
Yendo hacia el sur, a pocos kilómetros de Ciudad de Nutrias, está el Puerto de Nutrias, población instalada a orillas del río Apure y separada del estado homónimo y de la población de Bruzual por un puente.
Aquí nos acantonamos porque aquí volvimos a tener acceso al Internet, servicio que en días anteriores era precario y apenas permitía acceder a algunas páginas, pero la transferencia de información y/o descarga de archivos era todo un calvario.
Hablando de eso, tuvimos noticias del preinforme que enviamos en días pasados desde la la localidad de Masparrito; fue aprobado, por estuvo repleto de objeciones por algunas divergencias en los datos.
A título personal, soy consciente de ello, pero es imposible pasar por encima de la voluntad de las personas y más aún, obligarlas a que nos den información sobre sus propiedades.
El mal tiempo ha traido algo positivo para mi, he vuelto a leer y bastante, lo que me ha servido para reforzar muchos criterios intelectuales e ideológicos, resultado de esto es que califiqué como Bewerber para el NSAP, organización no gubernamental alemana en la que aspiro, en poco tiempo, empezar a colaborar con quienes precisen mi ayuda y a la vez, mejorar muchos apsectos de mi vida profesional y laboral.
Trabajar para una organización pública y a su vez tomar parte en una organización sin fines de lucro me han dado dos campos de visión muy distintos pero con objetivos comunes; por un lado, la importancia del dinero y la capacidad de alcanzar objetivos casi sin esfuerzo y sin importar las consecuencias; por el otro está la obligación de ser minucioso y detallista, objetivo y competitivo; de la mezcla de ambas creo fervientemente que sólo puedo obtener una cosa, ser más radical en mis principios y exigente con mis metas para labrarme un mejor futuro.

El Masparro crecido
Uno de los muchos puentes de Libertad
Iglesia de Libertad
Iglesia de Puerto de Nutrias
Virgen en la iglesia de Puerto de Nutrias
El Nazareno en la misma iglesia
Plaza Bolívar de Puerto de Nutrias
Detalle de los terrenos anegados en Santa Rosa y El Regalo
Detalle de los terrenos anegados en Santa Rosa y El Regalo
Detalle de los terrenos anegados en Santa Rosa y El Regalo