martes, 26 de octubre de 2010

El Tocuyo, Lara

Establecida en tierras muy fértiles, El Tocuyo es una de las primeras ciudades fundadas en Venezuela, son grandes las planatciones de caña de azúcar y arroz sin desmerecer crédito con una ganadería sustentable que alcanza a cubrir las necesidades de todos sus habitantes.
El acceso desde Barbacoas es un tanto difícil porque la vialidad no es buena, pero contrapone todo los paisajes, solo ese detalle hace que las penalidades del camino se hagan llevaderas.
Lo que hasta hoy me llamó más la atención de El Tocuyo fue que a lo largo de la carretera que accede a la ciudad, hay un sinnúmero de caseríos, muchos de ellos aislados de todo porque no cuentan con carreteras ni accesos y sin embargo, sí cuentan con capillas religiosas... Eso sí no lo entendí...
Son muchas las leyendas de esta tierra larense, la mayoría tienen su origen en el turbio período de colonización durante la época de los Welser, este detalle también me llamó la atención porque son muchos los comentarios de aparecidos y espantos.
El Tocuyo tiene poco atractivo, sin embargo, si se explotan bien los recursos y las pocas instalaciones coloniales que perduran, otra cara tendría el turismo local.
La iglesia de la Inmaculada Concepción es el único que queda de la otrora ciudad de los seis templos, los demás han ido desapareciendo con el tiempo, las tragedias y por la desidia e indolencia de los entes que deberían resguardar el acervo histórico de la ciudad.
La plaza Bolívar tocuyana es grande y rodeada de árboles lo que sin duda es un alivio en estos días de calor. En las inmediaciones de esta plaza se encuentra el museo Cruxent, la única entidad que trata de rescatar lo que el tiempo quiere consumir, aquí se exponen algunas reliquias indígenas además de algunos productos locales en el campo de la artesanía.
Otra plaza que tiene cierta importancia es la del Golpe Tocuyano, erigida en honor al baile típico de la zona, el tamunangue, que aún se baila en festividades religiosas y en eventos de importancia como las exposiciones organizadas por la Casa de la Cultura.
El Tocuyo es la primera ciudad grande, aparte de Barquisimeto, que conozco en este estado. Lástima no haberla podido disfrutar más, porque allí se cuenta con todas las comodidas para el disfrute que ofrece una urbe; sin embargo, tuve que viajar de urgencia a la ciudad que me vio nacer, San Cristóbal, a cumplir con algunas obligaciones personales. Aquí les dejo algunas tomas de lo más destacable que pude ver.

 Carretera entre Barbacoas y El Tocuyo
 Caserío Ira, más cerca de la nada que de cualquier otro lugar
 Iglesia de Ira, esta es la zona xerófila del parque nacional Dinira
 El Patrono de Morán, San Antonio
 Paisaje agreste cerca de Los Palmares
 Iglesia de Los Palmares, este pueblo es muy lóbrego, parece salido de una película de misterio
 Campos de caña de azúcar de El Tocuyo
 Sembradíos de caña de azúcar
 Avenida Fraternidad, arteria vial que nos da la bienvenida a El Tocuyo
 Campanario de la Inmaculada Concepción
 Busto del General Jacinto Lara, prócer de la Independencia del que procede el nombre de este estado
 Iglesia Inmaculada Concepción
 Iglesia Inmaculada Concepción, plaza y ruinas del templo Santo Domingo
 Ruinas del templo de Santo Domingo
 Ruinas del convento de Belén, arrasado por un terremoto
 Convento de Belén
 Parte posterior del templo de Santo Domingo
 Plaza Bolívar de la ciudad
 Procesión en honor a San Antonio
 Escenas del tamunangue
Plaza del Golpe Tocuyano

domingo, 24 de octubre de 2010

Barbacoas, Lara

Empiezo a creer que Lara tiene mucho más potencial que el que realmente demuestra. Hoy tuvimos el honor de conocer el pueblo de Barbacoas (bastante curiosos los nombres en este estado, primero Jabón, ahora Barbacoas), muy llamativo porque está prácticamente en medio de la nada. Así como se los digo, en medio de la nada... Rodeado de montañas sí, pero sin caserió alguno durante gran parte del recorrido.
El enclave de Barbacoas es especial y a su vez espectacular porque su lejanía hace del mismo un sitio de relax total. Aún allí se pueden observar casas coloniales, de hecho, la mayor parte del pueblo parece salido de esas fechas. Las casas tienen sus techos rojos y amplios patios en sus interiores, las calles están empedradas y muy bien conservadas. 
No puedo dejar de lado el ornato y aseo del lugar. Es que definitivamente Barbacoas parece una tasita de plata en medio del Parque Dinira.
Llamativa también es la iglesia San Felipe Apostol. Toda ella es una obra de arte. Fue hecha con tal devoción, que sí uno la observa detenidamente, se da cuenta que los arquitectos no dejaron de lado detalle alguno. La torre es única, no había visto alguna igual en ningún lugar de los que he conocido. 
El pueblo tiene muy buenas posadas y aunque no se crea, uno se motiva a visitar precisamente los sitios que ya están abandonados. No sé por qué, pero allí ejercen una fijación especial; por citar alguno, el cine, en la actualidad allí no funciona nada y sin embargo, fuimos varios los que nos quedamos perplejos ante la estructura, que en verdad, es tan común como cualquier otra, solo que uno se pregunta dónde estará la gente que disfrutó de estas salas de cine. 
La última vez que Barbacoas tuvo alguna remodelación data de la época de Rómulo Betancourt, y eso fue en la plaza Bolívar, de resto, todo parece congelado en el tiempo.
Este pueblo es uno de los que mejores recuerdos me ha dejado. Es impresionante pasearse por esas calles ya que la nostalgia invade al espíritu casi instantáneamente. 

 Parque Nacional Dinira yendo a Barbacoas
 Calle principal de Barbacoas
 Desde ya, la iglesia auguraba un día memorable
 Casas en Barbacoas, aquí el tiempo parece no pasar
 Casa típica e implementos de la cuadrilla de aseo local a primeras horas de la mañana
 Arquitectura colonial larense
 Arquitectura colonial larense
 Iglesia de San Pablo Apostol, memorable
 Detalle de la iglesia
 Torre coronada desde la plaza Bolívar
 Detalle de la iglesia y al fondo, la capilla local
 Iglesia de San Pablo Apostol
 Únicamente en Barbacoas, detalles de Plaza Bolívar, iglesia y capilla
 La vista lóbrega, esta imagen me gustó y no sé por qué, pero a modo de detalle, así como se ven las calles de solitarias, así son todo el tiempo
 Parte posterior de la Capilla
 Capillita
 Terminal de pasajeros de Barbacoas, este autobús es el más moderno y cubre la ruta de Carora - Barbacoas
 Cine Morán, más de cincuenta años en penumbras
 Arquitectura colonial larense
 Arquitectura colonial larense
 Conjunto de casas abandonadas en Barbacoas, la mayoría están siendo remodeladas
 Arquitectura colonial larense
 Dejando el pueblo rumbo a El Tocuyo

sábado, 23 de octubre de 2010

Parque Nacional Dinira, Lara

Uno de los pocos rincones naturales que tiene el estado Lara lo constituye precisamente este parque nacional.
Realmente, yo esperaba que Lara fuera algo más parecido a la costa oriental del lago de Maracaibo y resulta que guarda en su interior un rincón desconocido por muchos y que se encuentra justo en los límites con el estado Trujillo. 
Uno de los aspectos que más me llamó la atención es que viniendo desde Humocaro Alto, antes de llegar a cualquier centro urbano que pueda catalogarse como tal, se encuentra la Cascada El Vino, la cual está resguardada y conservada por Inparques.
La Cascada El Vino se denomina así por el color rojizo de sus aguas debido a la peña desde la que descienden sus aguas. 
Permanacer aquí está prohibido, aunque anteriormente no era así, porque algunos vándalos se han dado a la tarea de escribir grafitis en las paredes de la cascada; sin embargo, es posible acampar en los predios del parque. Eso sí, la mayor parte de los sitios propicios para esto se encuentran casi siempre llenos porque ahora las universidades se han dado a la tarea de practicar el ecoturismo y claro, eso es bueno cuando se hace ordenadamente y bajo su correcta supervisión, además que trae ingresos a los pocos pobladores de la zona.
También supe que había un conjunto de cuevas denominadas El Zumbador. Lástima que no tuvimos la oportunidad de conocerlas, aunque nos dicen que estas son más visitadas aún ya que están bastante cerca de Humocaro Alto.
Hoy llegamos al pueblo de Barbacoas, mañana ya empieza otra jornada de trabajo. Ya disfrutamos y conocimos, ahora nos queda reintegrarnos a lo productivo. Aquí les dejo algunas de las tomas, no las explico porque palabras sobran...