sábado, 6 de agosto de 2011

San Cristóbal, Táchira

Si existe una palabra que pueda identificar todo lo acontecido en días recientes esa es Frustración.
Al parecer la vida no es tan llana como se cree. Nunca se tiene nada por seguro y cuando una situación se sale de control, es innegable que acarreará una serie de consecuencias más y más complicadas hasta llegar a un colapso total.
Usualmente definimos todo lo que somos en base a lo que tenemos y por ello tomamos en consideración acreditaciones, empleo, estudios y mil y un objeto como fetiches de recuerdos e historias y realmente olvidamos que nuestro andar está marcado por la gente que nos rodea y por el azar.
Siento que estos días han carecido de un sentido práctico por una falta de resultados concretos en cada una de las facetas de mi vida y ello me obligó a regresar a mi ciudad hace ya cuatro días. 
Es muy raro sentir que se ara en el mar y que planes que pudieron ser definitivamente son imposibles de ejecutar no por falta de voluntad, más bien creo que fue por falta de visión de la situación y bueno, ahora se ven los resultados con personas allegadas a mi sufriendo por decisiones mal tomadas y lo peor, sin la posibilidad real de hacer nada por superar un fracaso.
Hoy siento que la vida me ha puesto en una encrucijada donde debo elegir entre ser un punto de apoyo o ser independiente a todo. Por cualquiera de los dos casos las decisiones me van a afectar una enormidad. En fin, dispongo hasta el lunes para terminar con todo esto y regresar a mi faena normal. 
La verdad es que en estos momentos lo que deseo es un poco de paz y tranquilidad y la más completa serenidad para responder a este bache de la vida con inteligencia y seriedad...