Bitácora y Memorias // Blog et Mémoires: La Fría, Táchira

Como lo venía diciendo desde esta mañana, aquí el calor no da tregua... Más allá de esto, confirmo lo que desde la infancia uno sabía, que para superar las apariencias uno tiene que adentrarse en las cosas para conocer a fondo sus detalles; algo así me pasó aquí en La Fría, una ciudad que anteriormente la había visitado pero nunca me había tomado la molestia de conocer.
Socialmente esta es una tierra de contrastes muy marcados; tan sólo el centro de la ciudad cuenta con la plenitud de los servicios públicos y con unas vías de comunicación perfectamente asfaltadas, es ahí donde entra el dilema, porque a pesar de la cantidad de dinero que se maneja en esta ciudad, cuando uno la conoce a fondo se da cuenta que está compuesta por muchos barrios, algunos viejos y otros de reciente data producto de las invasiones, y en ellos las condiciones de habitabilidad son muy precarias.
La Fría se ha caracterizado a lo largo del tiempo por la calidad de su ganado y si no estoy mal, seguirá siendo así por mucho rato. El comercio se ha desarrollado también solo que este se ve continuamente opacado por el contrabando y por el diferencial cambiario entre Colombia y Venezuela, hay que recordar que La Fría no es precisamente una ciudad fronteriza, sin embargo, la distancia que la separa de otros núcleos urbanos de importancia la han hecho depender del comercio binacional; caso contrario el de la industria, esta sí se ha desarrollado a pasos agigantados en la capital del municipio García de Hevia; sin embargo, hay posiciones encontradas en cuanto a la inversión pública y privada en la Zona Industrial de La Fría.
Privilegiadamente La Fría cuenta con un aeropuerto y con vías de comunicación en muy buen estado, esto habla muy bien del papel determinante de la ciudad para la economía tachirense.
En cuanto al turismo, a mi parecer es poco lo que la ciudad tiene para ofrecer aunque considero que se podría explotar de una mejor manera la carretera rural que comunica a San Pedro del Río con el barrio La Hidroeléctrica de esta ciudad ya que cuenta con algunos parajes interesantes.
La desigualdad económica es algo que ningún gobernante garciaheviense ha podido darle solución, muestra de ello es la gran cantidad de personas dedicadas a la economía informal ante la incapacidad de los sectores públicos y privados para generar empleo; otros tanto hacen los mototaxistas que aparte de sus consabidas rutas de trabajo desde aquí hacia San Juan de Colón y la vecina república de Colombia, también sacan provecho de la situación para dedicarse al contrabando.
Otro aspecto preocupante para las personas con las que tuve el gusto de hablar son los índices de criminalidad ya que es usual el sicariato y el abigeato, sin contar el conocidísimo cobro de vacuna y secuestro.
Las noticias desde San Cristóbal son bastante desalentadoras, espero que esto no vuelva a alterar mi camino ni el cronograma de viaje que tengo pautado.