En estos momentos me preparo para asistir al polideportivo de Pueblo Nuevo a ver al Deportivo Táchira en su compromiso de la copa Libertadores; sin embargo, no es de ello de lo que tengo que escribir.
La bitácora de ayer me trasladó hasta un pueblito que queda en las afueras de Río Chiquito y que se encuentra a unos 45 minutos saliendo de San Cristóbal. Inicialmente este lugar era conocido como San Vicente de Tarra y luego pasó a conocerse con el nombre de La Revancha; si me preguntan por el origen de tal denominación, hasta la fecha la desconozco.
A lo largo de la carretera apreciamos no sólo como el Quinimarí va cambiando su presencia, de ser un río sucio, a medida que avanzamos hacia su origen se va transformando en la principal fuente hídrica de muchas aldeas, la mayor parte de ellas cuentan con sus sembradíos de café y eso sí, no falta el verdor de las selvas tachirenses.
Las vías de acceso al pueblo son de las mejores que he visto, es apenas cuando se llega al pueblo cuando aparecen las calles empedradas.
Si bien San Vicente de la Revancha es muy poco conocido por lo deficiente del transporte en primer lugar, y en segundo lugar porque son pocas las personas que se esmeran por conocer los rincones del Táchira, puedo asegurarles que llegar aquí es una de las mejores experiencias para todos los que esperan salir de la rutina citadina.
Aquí todo es silencio y apenas se escuhan los ruidos propios del campo. Según pude conocer, hasta hace poco se empezó a contar con el servicio eléctrico y con la telefonía.
San Vicente es de los pocos lugares donde aún se puede degustar la comida al natural y aunque no cuenta con instalaciones propias para brindarle los mejores tratos a los visitantes, sin dudas que el que quiera conocer el lugar se va a llevar de las mejores impresiones de lo que realmente es ser tachirense.
Dios mediante, mañana estaré en Bramón, tierra que sí conozco y de la que guardo excelente recuerdos.
Aquí les dejo las mejores fotos de San Vicente
Vista de San Vicente de la Revancha desde uno de los cerros que lo rodean
Las calles de la localidad permanecen en este mutismo durante todo el día
Las instalaciones del fondo forman parte del liceo agrícola Fernández Villamizar, en torno a él giran las actividades productivas de las futuras generaciones
Ante la amenaza de lluvia, no pude conocer mejor la iglesia de la localidad. Me quedo pendiente