martes, 22 de junio de 2010

Piñango, Mérida

Enclavado entre las montañas del lado que da hacia el Lago de Maracaibo, entre el Pico Águila y Nueva Bolivia. Aunque es relativamente conocido, no muchas personas llegan hasta aquí.
Piñango es un pueblo pequeño y muy tranquilo, ideal para apartarse del ajetreado mundo moderno. Su iglesia es de buen tamaño y muy bien conservada, dedicada a Santa Lucía. Su interior es muy acogedor, de estilo rústico.

La Plaza Bolívar tiene el tamaño adecuado para el pueblo, aunque la placa en el busto del Libertador dice "1953", se ve que la plaza es de reciente remodelación.

Lo que más me gustó de Piñango fueron sus casas blancas, con techos de teja y grandes ventanales a lo largo de las estrechas callecitas. Sus bodeguitas, con productos tradicionales, no dejan de recordarnos que por aquí el tiempo lleva un ritmo más calmado.
En sí, hay poco que decir, todo el día ha hecho un frío bestial y sabemos que este no es más que el principio ya que nos quedan por trabajar los pueblos de alta montaña.
Mañana tendremos el privilegio de conocer el Pico El Águila. Dios quiera que no falle nada y que la poquísima conexión a Internet que tenemos desde Piñango, no vaya a fallar.

Dejando atrás a Mucumpiz, este es el panorama de la carretera hasta Piñango
El Páramo merideño más se asemeja a un desierto, pero el frío es fatal
Una parte del paisaje en la laguna La Estrella
Las casitas diseminadas empiezan a aparecer descendiendo el páramo
Entrada a Piñango
Solo esta es la parte fea de Piñango, su vía principal, todo lo demás
es muy bonito
Sus calles empedradas hacen recordar a Peribeca - Táchira
Placita interior de la posada - restaurant El Retoño