Este sitio ofrece unas vistas únicas y como destino turístico, juega un rol protagónico en el estado Mérida, llegan personas de todas las latitudes, algunos solamente por conocer, otros lo utilizan como sitios de entrenamiento para escalar las cumbres más altas en su régimen de adaptación, pero en fin, es muy raro no ver personas allá.
El ambiente paramero da la sensación de vacío y soledad, en algunos tramos de la carretera sólo se escucha el paso del viento entre los cañones de las montañas.
La Venta es una zona agrícola de alta montaña y es el enlace con el cercano pueblo de Chachopo. Lo relevante hasta este punto es que Piñango, a pesar de ser un pueblo tan pero tan pequeño, es un sitio al que llegan todas las mercancias que se producen en el oriente merideño. Parece ser que he subestimado mucho a algunos pueblos con respecto a su apariencia.
La carretera Transandina
Un campo abandonado por las heladas de hace 20 años
Cada vez más cerca del Águila
Páramo arriba la carretera sigue
Y ya empieza la niebla
En lo más alto del Águila
Hasta aquí, a 4.100 metros, llega la fe
El Águila bajo el nuevo nombre, chavista por cierto
Emily Sanabria y yo, casi morado del frío
Monumento al Águila, al fondo los comercios en pleno apogeo
Mercedes Ibarra posando
Una laguna en la vía de regreso a Piñango
La laguna y la carretera
Cascada de Iraisoz llegando a La Venta
Abajo La Venta, si seguimos, Chachopo
Lo que más me gustó de La Venta, esta capilla
Un campo abandonado por las heladas de hace 20 años
Cada vez más cerca del Águila
Páramo arriba la carretera sigue
Y ya empieza la niebla
En lo más alto del Águila
Hasta aquí, a 4.100 metros, llega la fe
El Águila bajo el nuevo nombre, chavista por cierto
Emily Sanabria y yo, casi morado del frío
Monumento al Águila, al fondo los comercios en pleno apogeo
Mercedes Ibarra posando
Una laguna en la vía de regreso a Piñango
La laguna y la carretera
Cascada de Iraisoz llegando a La Venta
Abajo La Venta, si seguimos, Chachopo
Lo que más me gustó de La Venta, esta capilla