Estamos en el mes aniversario de la ciudad que me vio nacer, San Cristóbal; coincidencialmente este mes también se celebró la fecha en la que pasó el estado Táchira a constituirse como provincia independiente del Zulia y de Mérida, por ello y aprovechando a que me encuentro en mi estado natal desde hace semana y media, me centraré en hacer un pequeño homenaje a mi Táchira.
El día lo comencé bastante tarde, la verdad, no tenía mayor cosa que hacer y nuevamente la calle me llamó a que rodara por ella y plasmara mis impresiones por mi blog.
Salí de mi casa en la Urb. Táchira después de mediodía y me dirigí rumbo al Llano, quise empezar por el municipio Torbes este recorrido por mi estado.
El tráfico es lo más estresante de viajar por esta carretera, más que todo la salida de San Cristóbal es un caos constante porque el flujo vehicular se ha disparado y la carretera ya no da abasto para tan gran número de vehículos que entran y salen de mi ciudad.
Es innegable que San Cristóbal ha crecido desordenadamente, muestra de ello son los cordones de miseria que se han levantado a lo largo de la carretera nacional y que de un modo u otro, han contribuido a fundir a San Cristóbal con El Corozo.
Los barrios de la zona sur de mi ciudad no solo son monumentos a la desidia, son sitios de guerra de bandas delincuenciales pequeñas que hacen vida en el sector ante el olvido que han tenido nuestras autoridades gubernamentales.
Los negocios a lo largo de la carretera se reducen a personas ejerciendo la buhonería en la lucha por subsistir, lo lamentable es que lo que recogen de sus faenas diarias estas personas, es sustraido casi instantáneamente por el hampa inmisericorde de la zona.
El Corozo fue en sus inicios un punto de enlace entre Córdoba, Torbes y San Cristóbal, su ubicación marca la confluencia de los tres municipios y años atrás tuvo mucha relevancia dada la cantidad de balnearios que habían en sus inmediaciones. Hoy de él sólo se conservan algunas licorerías y restaurantes familiares que muy pocas veces son visitados por los turistas.
Pocos kilómetros más allá, siguiendo por la misma carretera nacional, están las Aguas azufradas y termales de El Corozo, como les dije anteriormente, en otros tiempos estos sitios fueron muy visitados y explotados ampliamente, hoy solo conservan algunos vestigios de tiempos buenos ya viejos.
Un poco más hacia el sur está San Josecito, un conglomerado urbano desordenadísimo y olvidado incluso por la misma alcaldía, y eso que es la capital del municipio.
Constantemente San Josecito ha sido asediada por flagelos propios y externos, no sólo la criminalidad hace de las suyas en la capital de Torbes, la ciudad también tiene el problema de ser un foco de contaminación por el constante flujo vehicular y tal vez peor, por el relleno sanitario que se ubica en las afueras de la localidad.
Fue poco lo que estuve en San Josecito porque la verdad es muy poco lo que se puede comentar acerca de esta pequeña ciudad, lo que sí engrandece al municipio son las recientes remodelaciones hechas por parte del sector privado a la carretera y bueno, el malecón o pequeño parquesito a orillas del Torbes, que aunque es pequeño, realza un poco las características de la localidad.
El día lo comencé bastante tarde, la verdad, no tenía mayor cosa que hacer y nuevamente la calle me llamó a que rodara por ella y plasmara mis impresiones por mi blog.
Salí de mi casa en la Urb. Táchira después de mediodía y me dirigí rumbo al Llano, quise empezar por el municipio Torbes este recorrido por mi estado.
El tráfico es lo más estresante de viajar por esta carretera, más que todo la salida de San Cristóbal es un caos constante porque el flujo vehicular se ha disparado y la carretera ya no da abasto para tan gran número de vehículos que entran y salen de mi ciudad.
Es innegable que San Cristóbal ha crecido desordenadamente, muestra de ello son los cordones de miseria que se han levantado a lo largo de la carretera nacional y que de un modo u otro, han contribuido a fundir a San Cristóbal con El Corozo.
Los barrios de la zona sur de mi ciudad no solo son monumentos a la desidia, son sitios de guerra de bandas delincuenciales pequeñas que hacen vida en el sector ante el olvido que han tenido nuestras autoridades gubernamentales.
Los negocios a lo largo de la carretera se reducen a personas ejerciendo la buhonería en la lucha por subsistir, lo lamentable es que lo que recogen de sus faenas diarias estas personas, es sustraido casi instantáneamente por el hampa inmisericorde de la zona.
El Corozo fue en sus inicios un punto de enlace entre Córdoba, Torbes y San Cristóbal, su ubicación marca la confluencia de los tres municipios y años atrás tuvo mucha relevancia dada la cantidad de balnearios que habían en sus inmediaciones. Hoy de él sólo se conservan algunas licorerías y restaurantes familiares que muy pocas veces son visitados por los turistas.
Pocos kilómetros más allá, siguiendo por la misma carretera nacional, están las Aguas azufradas y termales de El Corozo, como les dije anteriormente, en otros tiempos estos sitios fueron muy visitados y explotados ampliamente, hoy solo conservan algunos vestigios de tiempos buenos ya viejos.
Un poco más hacia el sur está San Josecito, un conglomerado urbano desordenadísimo y olvidado incluso por la misma alcaldía, y eso que es la capital del municipio.
Constantemente San Josecito ha sido asediada por flagelos propios y externos, no sólo la criminalidad hace de las suyas en la capital de Torbes, la ciudad también tiene el problema de ser un foco de contaminación por el constante flujo vehicular y tal vez peor, por el relleno sanitario que se ubica en las afueras de la localidad.
Fue poco lo que estuve en San Josecito porque la verdad es muy poco lo que se puede comentar acerca de esta pequeña ciudad, lo que sí engrandece al municipio son las recientes remodelaciones hechas por parte del sector privado a la carretera y bueno, el malecón o pequeño parquesito a orillas del Torbes, que aunque es pequeño, realza un poco las características de la localidad.
Salida de San Cristóbal a la altura de la redoma de la ULA
Pequeño hato a las afueras de la ciudad
Cerros, carretera y el infaltable Torbes
Puente sobre el río Torbes en las inmediaciones de la aldea Torondoy
Detalle de la entrada a El Corozo
Vírgen de las aguas termales de El Corozo