El calor de estas tierras no da tregua. Ni una sola nube de lluvia he visto desde hace mucho rato y sin embargo, sorprendentemente algunas plantas se encuentran en plena florescencia.
Hoy tuve el gusto de conocer Borojo, pueblo ubicado a apenas ocho kilómetros de San José de Seque y que al igual que los vistos hasta ahora en este estado, tiene neta dependencia agropecuaria.
El rubro más relevante de producción es la zábila o sábila, planta medicinal que tiene usos múltiples en estas tierras costeras del occidente del país.
De todo lo que tiene el pueblo, la iglesia es lo más representativo. Por algunas referencias, sé que Borojo es un pueblo que data de épocas coloniales, sin embargo, es poco lo que se conserva de aquellos tiempos.
La Plaza Bolívar, ubicada al frente de la iglesia de La Merced, es el espacio público más grande del lugar y juega una suerte de oásis en la población.
El pueblo cuenta además de lo anterior, con una Casa de la Cultura que data del siglo XVIII y es el único legado físico que dejaron nuestros próceres independentistas en estas tierras. Según los mismos registros históricos que incluso están disponibles en Internet, aquí pernoctaron el General Rafael Urdaneta y el mismísimo Libertador.
En un terreno baldío que está en las afueras de Borojó se encuentra un enorme cují al que los pobladores le tienen especial respeto ya que según algunas leyendas, aquí el Libertador ató su caballo mientras a su paso desde Lima hasta Caracas.
El centro del pueblo carece de desarrollo por la misma lejanía en la que se encuentra. Algo que destaco es que estos son los primeros ocho kilómetros con carreteras en buen estado. Sin duda que es toda una novedad dadas las condiciones en las que estuve conduciendo en estos días.
Hoy tuve el gusto de conocer Borojo, pueblo ubicado a apenas ocho kilómetros de San José de Seque y que al igual que los vistos hasta ahora en este estado, tiene neta dependencia agropecuaria.
El rubro más relevante de producción es la zábila o sábila, planta medicinal que tiene usos múltiples en estas tierras costeras del occidente del país.
De todo lo que tiene el pueblo, la iglesia es lo más representativo. Por algunas referencias, sé que Borojo es un pueblo que data de épocas coloniales, sin embargo, es poco lo que se conserva de aquellos tiempos.
La Plaza Bolívar, ubicada al frente de la iglesia de La Merced, es el espacio público más grande del lugar y juega una suerte de oásis en la población.
El pueblo cuenta además de lo anterior, con una Casa de la Cultura que data del siglo XVIII y es el único legado físico que dejaron nuestros próceres independentistas en estas tierras. Según los mismos registros históricos que incluso están disponibles en Internet, aquí pernoctaron el General Rafael Urdaneta y el mismísimo Libertador.
En un terreno baldío que está en las afueras de Borojó se encuentra un enorme cují al que los pobladores le tienen especial respeto ya que según algunas leyendas, aquí el Libertador ató su caballo mientras a su paso desde Lima hasta Caracas.
El centro del pueblo carece de desarrollo por la misma lejanía en la que se encuentra. Algo que destaco es que estos son los primeros ocho kilómetros con carreteras en buen estado. Sin duda que es toda una novedad dadas las condiciones en las que estuve conduciendo en estos días.
Detalle del Centro del pueblo de Borojo
Iglesia de la Merced, destacable en medio de todo lo que es Borojo
Busto del Libertador en su plaza
Casa de la Cultura de Borojo, antigua posada en la que pernoctaron Urdaneta y Bolívar en tiempos de la Independencia
Este es el famoso cují de Borojo, sitio donde se dice que Bolívar amarró su caballo