viernes, 14 de enero de 2011

Parapara, Lara

Hoy hice mi arribo a Parapara procedente de Baragua; el calor ha sido el fiel compañero en estos últimos días y parece ser, Dios quiera que no, que las lluvias no se van a ver en largo rato otra vez.
Parapara es un pueblo fantasma. Son muy pocas las personas que viven aquí y en su mayoría están centradas en sus labores cotidianas de modo que es normal que no se vea persona alguna en las calles de la localidad.
La carretera estuvo en óptimas condiciones durante todo el recorrido. Sinceramente ya estaba empezando a creer que el peor defecto de Lara eran sus vías de comunicación, pero parece que el problema vial radica en determinadas alcaldías.
Algo llamativo fue la limpieza, el orden y el cuidado que tienen los sitios más relevantes del pueblo, por citar alguno, la plaza Bolívar, pese a no ser tan bonita.
La iglesia es sencilla y es nuevamente la blancura contrastada con el ambiente lo que la hace más llamativa.
Apenas a esta hora pude montar esta nota porque me dediqué a escuchar las historias y remembranzas de los viejos de estos lares acompañado, como no, por unas cuantas cervezas.
Lara está de fiesta y expreso mis más sentidas felicitaciones por el civismo con que se desarrolló la procesión de la Divina Pastora, patrona de Lara, en la ciudad de Barquisimeto. Salve reina madre...

 Parapara en el árido horizonte
 Zona antigua de Parapara, me recuerda mucho a San Pedro del Río en el Táchira
 Casa Cural de Parapara
 Vagando por las calles del pueblo
Iglesia mayor de Parapara