domingo, 12 de septiembre de 2010

San Carlos, Cojedes

A orillas del río Tirgua se erige la capital de uno de los estados llaneros de Venezuela, se trata de San Carlos, importante bastión en la colonización del país y posteriormente prominente plaza para la conquista de la Independencia.
La ciudad capital del estado Cojedes ha venido poco a poco cobrando cierto dinamismo económico y comercial producto de la cercanía a otras ciudades igual de importantes en la producción del país.
San Carlos cuenta con una excelente producción de trigo y sorgo, la producción de maíz es también muy importante, solo que a diferencia de las demás, este rubro se encuentra bastante mecanizado y se emplean técnicas de producción muy modernas, quedando en el recuerdo las estrategias productivas de antaño.
Son muchas las cosas que se pueden contar de esta ciudad, gracias a Dios tuvimos la oportunidad de conocerla durante este fin de semana que pasó y pudimos apreciarla casi en detalle. Para comenzar, la primera impresión de la ciudad es la organización y ornato, un casco central que data de tiempos de la Colonia donde sus edificios más representativos se mantienen operativos y en perfecto estado, a pesar que se les ha hecho mantenimiento reciente, se respeta mucho las características arquitectónicas de la época; el palacio de Gobierno y la casa de los gobernadores son solo dos de las muestras de esta categoría, sin despreciar, claro está, la Casa Museo La Blanquera, lugar donde se dice que se dieron los últimos trazos para la Batalla de Carabobo.
Mención aparte merecen sus templos religiosos, la iglesia de San Juan y la Catedral son dos instalaciones que todo venezolano debería visitar alguna vez en su vida, sus retablos y altares son del siglo XVI y ambas están rodeadas del verde de las plazas que las circundan.
En el plano deportivo, resaltan las instalaciones del autódromo de igual nombre, importante circuito automovilístico que cuenta con la vuelta más rápida de América Latina y que además ha sido la sede de cuatro mundiales de motociclismo en la década del setenta. También tuvimos la oportunidad de disfrutar la victoria del equipo local de fútbol, el Atlético Cojedes, de la segunda división B de Venezuela, ante un equipo de La Victoria , de tres a cero; el estadio no tuve el detalle de conocer siquiera cómo se llamaba, pero es bastante modesto, tal vez este fue lo único que no me gustó de la ciudad.
Y si lo que se busca es el tan de moda turismo ecológico, una novedad que parece ir ganando terreno en los Llanos del país ya que la mayoría de los hatos han abierto sus puertas para recibir a los visitantes, me gustó el pueblo de La Sierra, cercano a San Carlos y también el parque Acquaventura con sus instalaciones en el balneario Boca Toma.

Este monumento es el que da la bienvenida a la ciudad, curioso y llamativo diría yo
El monumento al Mango nace de la iniciativa de artistas locales que quisieron exaltar el fruto representativo de la localidad
La alcaldía de San Carlos es el único edificio moderno cercano a la Plaza Bolívar
El palacio de justicia
Esta es la parte que quisiéramos evitar, a pesar que la mayor parte del casco histórico está en perfectas condiciones, no se debe olvidar el acervo histórico de las residencias de la época
Iglesia de San Juan
Esta es la mejor toma que tuve del altar, la poca iluminación no dejaba capturar bien los detalles de esta bella pieza de orfebrería
A ciencia cierta, no sé que fue lo que me llamó la atención del Hospital, tal vez que no es tan lóbrego como otros
Gobernacion del Estado Cojedes, esta foto no es mía, es un préstamo del señor Germán Altuve
Detalle de la Casa Museo La Blanquera, lástima que estuviera cerrada el fin de semana
Casa del Socialismo, al menos así la llaman en San Carlos
El tobogan de Acquaventura, ni parecido al de Táriba
Esto sí que me emocionó, el Autódromo de San Carlos
Pruebas de karting en San Carlos
Sponsors del Autódromo
Detalle del circuito llanero
Iglesia de Santo Domingo, para enmarcar con la plaza