martes, 28 de septiembre de 2010

Ospino, Portuguesa

Una vez culminada la jornada electoral en mi país, nuevamente todas las instituciones y sectores productivos del país están regresando a la normalidad en sus funciones.
No hay que negar que el mapa político en Venezuela ha cambiado, a saberse si por bien o definitivamente las cosas van a empeorar. Conscientemente no me hago muchas ilusiones por ninguno de los bandos contendientes, eso sí, fui a votar como un derecho a ejercerse.
El domingo 26 de septiembre, a eso de las 9 de la mañana, me dirigí a las instalaciones del ciclo básico Táchira y ejercí mi derecho y como no, al igual que millones de venezolanos, me quedé hasta bien entrada la madrugada para esperar el primer boletín del Consejo Nacional Electoral. En mi estado triunfó la Unidad Democrática y bueno, la experiencia de tener un gobernador contrario al gobierno central hace que se auguren buenos cambios para mi tierra, ojalá sea así.
En materia, ayer llegamos a Ospino, una localidad similar a todas las del llano, pero con la diferencia de ofrecer unos paisajes espectaculares.
Ospino está rodeada por montañas de poca altura y llanuras inmensas donde la agricultura juega su rol más importante, no por nada Portuguesa se le conoce como el granero de Venezuela. Su historia es muy importante para los eventos surgidos durante la guerra de independencia y la guerra federal; no sé si es por la cercanía que tienen Araure, Acarigua y Ospino, pero empiezo a creer que aquí lo que hubo fue un baño de sangre durante esas épocas.
El caudillismo y las luchas por la tierra han sido de siempre, incluso hoy existen muchas zonas que han pertenecido a clanes familiares desde entonces. La agricultura y la ganadería aquí, poco a poco, han ido tecnificándose, lo que hace que las oportunidades de progreso se incrementen.
Algo que resalto sobre todas las cosas es el ornato y aseo de la ciudad, un contraste importante con respecto a las áreas rurales del mismo estado, y también la vocación religiosa de los ospinenses.

Entrada al municipio Ospino desde el sector La Línea
Río Are cercano a un pueblo conocido como La Estación
Otra del río Are a últimas horas de la tarde
Así comenzó el día de hoy en Aparición, Portuguesa. Las llanuras simplemente majestuosas
A la sombra de un samán se yergue la Capilla de Aparición; pese a su simplicidad, es bonita
Parte del equipo de trabajo y yo (el de camisa blanca) en las inmediaciones de Ospino
Iglesia de San Francisco Rey. Punto de referencia del pueblo
Así se ven los atardeceres en estas tierras llaneras