miércoles, 9 de enero de 2013

Cabure, Falcón

Después de cinco días solventando inconvenientes pequeños relativos al mantenimiento mecánico de mi carro, tiempo que aproveché además para indagar sobre las costumbres, la historia y la geografía de estas tierras; son varias las sorpresas gratas que puedo recabar de esta estadía no planificada.
La primera de ellas es que los falconianos son la gente más cordial del país, además de trabajadores, claro está. Segunda, tal vez la mejor de las conclusiones, es que pese a que el estado es una zona altamente frecuentada por el turismo, es bastante desconocido, haciendo la salvedad de sus playas y pueblos aledaños. Tercero, que Falcón es una tierra que vibra por la historia; es fuerte el acervo colonial, haciendo que costumbres y tradiciones parezcan perennes a los tiempos de hoy.
En medio de tales elucubraciones agarré carretera otra vez hoy, con destino hacia el noroeste del estado, a un pueblo llamado Cabure, el cual funge como capital del municipio Petit.
El zigzaguéo de la vías es constante y a veces presenta ascensos y descensos fuertes dado que hay tramos en muy mal estado. Es obvio, existe una carretera mucho más factible para el tránsito, pero la idea mía no es recorrer otra vez por destinos ya transitados y por eso obvié entrar al pueblo de San Luis.
Con el inclemente Sol y luego de dos horas de camino llegué a Cabure; este pueblo es pequeño, muy colonial en cuanto a tradiciones y arquitectura. Las casas aquí son grandes y hechas de bahareque y techos de teja roja y los menos favorecidos, de paja; de amplios patios y ornamentados con algunas de las pocas especies florales que tiene la zona.
Cabure se ubica en los límites de la Sierra de San Luis, justo donde empieza la planicie que sucesivamente nos irá dirigiendo a las costas del estado; de modo que a veces puede tener altas temperaturas, tal es el caso de ayer, donde el termómetro alcanzó los 36ºC a la una de la tarde.
Al igual que otros caseríos y pueblos del interior del estado, Cabure es dependiente de su producción agropecuaria; es por ello que es usual observar cultivos de caña de azúcar, maiz y otros rubros que se explotan más que todo para el consumo local. La ganadería es la otra fuente de sustento para los pobladores y en un lejano tercer lugar se encuentra el turismo, apenas incipiente y a decir verdad, es una ruleta rusa ya que a los destinos naturales que rodean el pueblo se llega si eres de Falcón o si, de casualidad, alguien te referencia el lugar.
Lo más novedoso del pueblo es la iglesia, ya que esta dista mucho de las anteriormente vistas en el estado. Es una estructura moderna de la que se lamenta la carencia de reliquias importantes ya que el fervopr religioso de la población ya lo tiene.
La plaza de Bolívar es destacada por su pulcritud y su verdor. Es muy frecuentada por los lugareños, quienes además le guardan mucho cariño ya que en ella se encuentran dos frondosos árboles tricentenarios que forman parte de la identidad y del gentilicio cabureño.
Les quedaré debiendo las imágenes de esta bella localidad.