En segundo lugar, el trabajo ha sido bastante pesado por estos días, evidentemente no es un término general, han habido algunas excepciones en las que no hemos hecho mucho; sin embargo, con lo anterior, pues el retraso laboral ha sido y es considerable.
En tercer lugar, no yendo más lejos, hasta ahora Barinas no ha ofrecido nada destacable.
Empezando, el sábado estuvimos en la localidad de Punta de Piedra, fronteriza con el Táchira por los lados de Abejales; de ella puedo decir que es un pueblo pequeño dedicado a la pesca en una escala bastante simple y que la mayoría de sus habitantes son peones en las haciendas cercanas o trabajan de encomendados por el personal de la Guardia Nacional que tiene una alcabala en la entrada del sector.
Ese mismo día seguimos rumbo a la ciudad de Santa Bárbara de Barinas, esta ciudad no ha cambiado mucho en cuanto a estructuras o modernismo, pero sí ha tenido un crecimiento significativo en términos económicos y poblacionales, solo que todo ha sido de manera desorganizada, si se quiere, y hasta anárquica.
Existen sectores que a estas alturas carecen de servicios públicos y sanitarios básicos y hablo de que Santa Bárbara es una de las más grandes ciudades de Barinas. Lamentablemente es poco lo que la misma tiene que ofrecer al turista, salvo que se conozca a alguno de los propietarios y terratenientes de estos lares que si cuentan con excelentes instalaciones en sus propiedades. Lo otro destacable de aquí es el orden en que trabajan los ganaderos. A pesar de ser un número grande las cabezas de ganado a tratar, todas gozaban de muy buena salud y estaban debidamente censadas por cada propietario, algo que sin duda nos facilitó muchísimo el trabajo.
El domingo fue otro día en el que el inclemente calor llanero se hizo presente, desde Santa Bárbara de Barinas nos desplazamos a la cercana localidad de Pedraza la Vieja y de ahí a Capitanejo, ambas las visitamos en la mañana porque estan bastante cerca la una de la otra. Pedraza La Vieja es un pueblo fantasma los fines de semana, al menos a mi me pareció así, y Capitanejo no se quedaba atrás. Los habitantes de estas dos localidades hacen su vida en Santa Bárbara y vienen a ellas solo a descansar. La actividad económica de ambas es nula. Lo destacable de Pedraza La Vieja es el monumento a Benjamín Charles, patrono de los choferes en toda Venezuela al que se le atribuyen verdaderos milagros.
Hoy lunes tuvimos la oportunidad de trabajar en Maporal, un pueblo distante de cualquier otro y en medio de la nada, ubicado en la parte más sureña de Barinas, y como no, también hizo muchísimo calor y finalizamos labores en un pueblo mucho más pequeño que el anterior llamado La Chameta y que se encuentra a pocos kilómetros de Capitanejo, pero debo resaltar que primero se hizo un recorrido de más de 70 kilómetros hasta Maporal y regresamos, por la misma vía, a casi el mismo punto de partida, o sea, 70 kilómetros más de regreso.
Hospedarnos ha sido sencillo porque los propietarios de pequeñas posadas no dejan pasar la oportunidad de hacer dinero a costas de cualquier desconocido. Hay que tener cierto recelo con el dinero porque aquí todo parece costar más que en cualquier otra parte del país.
Finalizamos el día aquí, en Socopó, donde nos espera bastante trabajo y donde hasta ahora el recibimiento ha sido bueno.
Redoma en la entrada a Santa Bárbara
Alcaldía del municipio Ezequiel Zamora
Río Santa Bárbara a su paso por los predios del fundo El Uverito
Río Santa Bárbara
Detalle de la Plaza Bolívar de Santa Bárbara
Iglesia de Santa Bárbara
Imagen nocturna de la misma iglesia
Monumento a Benjamín Charles, entre Pedraza La Vieja y Capitanejo
Una de las tantas imágenes del Negro Charles
Carretera hacia Maporal, obsérvese solo la señalización
Regresando de Maporal luego del pasón de nubes, esto fue a escasos kilómetros de La Chameta
Morichales en la carretera hacia Socopó
