viernes, 22 de julio de 2011

Capacho - Libertad, Táchira

Otro día que comenzó con una suave lluvia y con un frío que rozaba los 10°C a las seis de la mañana, extrañaba despertar con el canto de los gallos y para mi fue bastante curioso porque recordé tiempos de mi infancia.
Salí de Peribeca a Capacho - Libertad o Capacho Viejo, una distancia bastante corta, y me dediqué a observar el quehacer diario de las personas de estas tierras y a envidiar su tranquilidad y ritmo de vida al compararlos con lo que se vive en la ciudad.
De repente me dirán que no sé lo que digo, pero en mi caso prefiero la dura vida del campo y la rutina sencilla y modesta de los capachenses o de la gente de cualquier pueblo, a la azarosa vida de la ciudad, llena de clichés y falsas modestias donde se justifican los caprichos por encima de las necesidades; en fin, cada quien vive su vida como quiere y a mi me gusta la vida de aquí.
Tuve que atravesar Capacho Nuevo para llegar a Capacho Viejo, denominado así porque este sí se levanta sobre las ruinas del terremoto de Villa del Rosario a finales del siglo XIX. 
Son muy pocas, por no decir nada, las cosas que se conservan del pueblo original. Nuevamente nos recibe el General Cipriano Castro al marcar la división entre los dos municipios. Cada vez que se ve la imagen del héroe de la gesta restauradora se siente la imponencia del caracter de los capachenses y su determinación para conquistar las metas por encima de cualquier eventualidad.
Lo primero que se observa de Capacho Viejo es la iglesia, muy bien ornamentada tanto interna como externamente. Sus colores son muy llamativos y recuerdan fielmente la modestia de los hombres ante la fe cristiana. Es muy sencilla dado que carece de figuras que la resalten, en contraparte cuenta con una plaza Bolívar pulcra y siempre verde, repleta de vida comercial minorista y consecuentemente de gente cordial y presta a atender cualquier necesidad del visitante.
Al igual que en San Cristóbal son emblema las águilas del desaparecido Hospital Vargas, aquí existe también un águila que engalana el Homenaje a Capacho, un monumento sencillo dedicado a la tenacidad de sus habitantes al momento de superar las vicisitudes de las tragedias. 
Capacho cuenta también con un Paseo de los Próceres, solo que este empalme vial es más visitado que el de San Antonio del Táchira; en sí no es más que los bustos de varios héroes de la Independencia y más rezagados aparecen los de algunos ilustres nativos de estas tierras. 
Siempre me causó curiosidad conocer el Cerro del Cristo Redentor y hoy tuve la oportunidad de conocerlo. Ya me lo habían referenciado como el lugar de preferencia de los capachenses durante los fines de semana y por la reconocidísima etapa de la Vuelta al Táchira y nunca tuve la oportunidad de conocer a ciencia cierta cual era su atractivo y bueno, por fin lo descubrí... El Cerro del Cristo Redentor cuenta con espacios perfectamente delimitados donde se hacen hervidos y parrillas y el disfrute familiar no es completo sin un pequeño parque recreativo, al momento de tomar las fotografías repleto de gente.
El monumento del Cristo Redentor es un suerte de atalaya desde la que se pueden visualizar varios lugares de la geografía tachirense con facilidad, el mismo Cristo es emblemático y para mi una imagen poderosísima que eleva el espíritu fácilmente.
Aquí existe una carretera sin culminar su asfaltado y que desde lo alto del cerro la divisé y la curiosidad me motivó a seguirla, se trata del acceso a la localidad de Lomas Bajas, aldea artesanal dedicada de lleno a los productos de barro y loza. 
Lomas Bajas no tiene mucho de llamativo salvo sus productos, pero los parajes que se ven en la corta carretera si que son llamativos. Existe una pequeña quebrada de aguas muy cristalinas que invitan a descansar del camino. A mi parecer, la gente de Lomas Bajas gusta de la soledad y del silencio de las montañas dado que las casas se encuentran a grandes distancias unas de otras y en sus alrededores solo el sonido del aire se da a conocer. Antes de que se me olvide, Lomas Bajas tiene a su favor la casa natal del General Castro, cerrada al momento de mi llegada.
Acabo de llegar al pueblo de Borota, lo conozco porque en algún momento eestuve aquí; sin embargo, mañana tendré la oportunidad de recorrerlo y referenciarlo como debe ser. Aquí dejo las imágenes que me parecieron más representativas de Capacho - Libertad.

 Estatua de Cipriano Castro en la avenida perimetral de los dos Capachos
 Iglesia y plaza Bolívar de Capacho Viejo pasadas por la lluvia matinal
 Y salió el Sol
 Interior de la iglesia de San Emigdio, patrono de Capacho Viejo
 Plaza Bolívar del municipio Libertad
 Iglesia de San Emigdio y el portal del Homenaje a Capacho
 Transporte público para la capital del estado
 Vista posterior del Paseo de Los Próceres
 Paseo de Los Próceres
 Carretera hacia el Cerro El Cristo
 Cristo Redentor
 Monumento al Cristo Redentor
 Vista de San Cristóbal desde lo alto del cerro El Cristo
 Quebrada La Chivata en la carretera hacia Lomas Bajas
 Una de las tantas casas de la montaña
 Artesanías de Lomas Bajas
Exterior de la Casa Natal de Cipriano Castro