La historia de esta ciudad es muy rica y variada, aún hoy se conservan tradiciones de antaño, tal es el caso de los Diablos Danzantes de Tinaquillo, festividad de tiene lugar a finales de junio; y los locos y locainas, la cual se lleva a cabo a finales de diciembre.
En cuanto a su estructura física, lo más importante de la ciudad es su casco central, el cual cuenta con una estatua de cuerpo entero de nuestro libertador. La iglesia de la ciudad es la primera que me tomé la molestia de fotografiar por dentro, es sencillamente excepcional, la misma está dedicada a Nuestra Señora del Socorro y data de finales del siglo XIX.
Industrialmente se ha desarrollado rápidamente gracias a la excelente ubicación de la ciudad, situándose entre Valencia y Acarigua, en plena autopista nacional; son muchísimas las granjas y fábricas que hacen vida en la localidad, lo que sin duda alguna, la hace mucho más destacada de cualquier otra de los Llanos centrales.
Algo que también resalto es que Tinaquillo tiene muy buena vida nocturna, los centros comerciales trabajan hasta bien entrada la noche, hay discotecas y tascas que invitan a los visitantes a dejarse llevar por el espíritu de la noche.
Sin duda, los recuerdos que me quedan de esta ciudad son de los mejores... Quién iría a pensar que Cojedes fuera más que llano.
Los llanos en plena carretera entre El Pao y Tinaquillo, un largo viaje
Hacienda Los Aguacates, nuestro bastión
Churuata de Los Aguacates
Los Aguacates, la mejor de las haciendas visitadas
Ganado caprino, un recurso apenas explotado en Cojedes
Nuestra Señora del Perpetuo Socorro
El Jesús suplicante de la Catedral de Tinaquillo
La iglesia en todo su explendor
Bolívar, el Libertador
El Arco de Taguanes, monumento histórico en referencia a la Batalla del mismo nombre
Taguanes es un pueblo en las afueras de Tinaquillo, aquí se libró una de las batallas de nuestra Independencia.Tinaquillo lo tiene todo, historia, economía y sociedad, espero algún día regresar a estas tierras.
