Para empezar, el día de hoy ingresamos a Píritu, un pueblo que se ubica a escasos kilómetros de Ospino, tomando la carretera que nos conduce hasta el eje Araure - Acarigua, justo donde se observa la única desviación de la vía, es por ese empalme por donde ingresamos a Píritu.
La entrada al pueblo es lo más de monótona, pero es agradable, primero que todo por los paisajes y el clima, que no ha sido tan caliente como antes de la jornada electoral. Todo el entorno lo conforman arrozales y pastizales hasta divisar a la distancia al pueblo, entidad que funge como capital del municipio Esteller.
A pesar de ser un pueblo muy rural y por demás, pequeño, cuenta con una agricultura mucho más diversificada, desarrollada y tecnificada que en otras zonas del estado Portuguesa, siendo sobresaliente la producción de arroz, sin dejar de lado las significativas siembras de maíz, sorgo, soya y caña de azúcar. También hay ciertas zonas que cuentan con cultivos de cítricos pero por ahora es algo muy incipiente, únicamente para el consumo de los piritenses.
Al igual que muchos pueblos de este estado, Píritu surgió de las rencillas entre los caudillos de la guerra federal y también producto de la expansión poblacional impulsada por los frailes y sacerdotes de la misma época con el fin de habitar las zonas sureñas de Portuguesa; de hecho, Esteller debe su nombre al sacerdote Cayetano Esteller, quien vivió durante la guerra federal en estas tierras llaneras.
En sí, del pueblo no hay mucho que mencionar, pero un apartado especial merecen sus pobladores, todos muy cordiales, laboriosos y dicharacheros. También se debe destacar que cuenta con muy buenas vías de acceso motivado a la necesidad de comerciar sus productos y que, como ya se dijo antes, conforma uno de los ejes centrales del Gran Granero de Venezuela.
Tal vez lo más destacable de todo es la gran variedad de fauna que hay en la zona producto del mínimo impacto ambiental que causan los cultivos en la localidad. Aquí existe una gran variedad de aves y reptiles.
Los habitantes de Píritu hacen que uno se comprometa con sus hábitos y costumbres, son muy respetuosos con sus tradiciones y tratan de divulgarlas con los visitantes de la mejor manera; es por ello que fuimos invitados a almorzar iguana. La verdad, es un plato que no sabe nada mal, pero se estigmatiza porque no es normal el consumo de estos reptiles en las ciudades.
A pesar de ser tan modesto, Píritu es uno de los mejores sitios para vivir de acuerdo a mi consideración. Es muy tranquilo y lo más importante, hay trabajo y ganas de proyectarse como ciudad.
Cañizales en la vía que conduce a Píritu
Perdida entre el verde monte, así es el modelo arquitectónico de las haciendas de Esteller
Arrozales de Píritu
El almuerzo. Iguana en los arrozales
También los arrozales son frecuentemente visitados por las garzas
Y con la caída de la tarde, hasta por los íbis rojos
El cultivo de arroz lleva un trabajo mancomunado difícil, que además, requiere paciencia y dedicación
Atardecer en la sabana del municipio Esteller
Perdida entre el verde monte, así es el modelo arquitectónico de las haciendas de Esteller
Arrozales de Píritu
El almuerzo. Iguana en los arrozales
También los arrozales son frecuentemente visitados por las garzas
Y con la caída de la tarde, hasta por los íbis rojos
El cultivo de arroz lleva un trabajo mancomunado difícil, que además, requiere paciencia y dedicación
Atardecer en la sabana del municipio Esteller