domingo, 27 de febrero de 2011

Guajiro, Falcón

Varios días estuve descansando de mis obligaciones en San Agustín. Me quise adentrar en lo que era la vida del pesacdor venezolano y a decir verdad, es lo más de complicada.
No es hablar únicamente de levantarse temprano a ubicar el mejor sitio para la faena diaria, es difícil por las inclemencias del tiempo, por la contaminación, por el paso de los buques y como no, por el mismo turismo. No siempre la recompensa es buena y cuando eso pasa, es decepcionante tanto esfuerzo.
En el caso de salir todo bien, también dependen del consumo interno para subsistir; claro, todo lo malo es compensado por la riqueza única de ver por primera vez un amanecer en el mar. De escuchar los ruidos de los peces.
Tampoco se cambia lo dicharachero que es el venezolano en cualquier entorno, incluso en altamar y con una lluvia, las bromas no han de faltar en ninguna conversación.
La anecdota fue bonita y si se quiere salir del stress del trabajo, pescar es una opción. Ahora sí entiendo el significado de la pesca en las películas.
Hoy me dirigí nuevamente al sur del estado Falcón, más precisamente a trabajar con el municipio Buchivacoa.
El primer pueblo que conocí de esta localidad es Guajiro, localidad agrícola que, de acuerdo a relatos de los pobladores, ha sido desplazado varias veces por las crecidas del río Jordán.
En Guajiro lo primero que se ve es la Plaza Bolívar; esta no tiene mayor cosa con respecto las demás del estado, sencillamente un busto del padre la patria resaltado apenas por el tricolor nacional en la base del pedestal.
El pueblo tiene un diseño cuadricular propio de los modelos pueblerinos heredados de los españoles. La plaza Bolívar está rodeada por iglesia, comercios, policía y prefectura.
Guajiro es casi un núcleo urbano poco desarrollado y aunque hay cierta tendencia de crecimiento y expansión, la actividad económica parece no diversificarse y/o expandirse con las necesidades del lugar.

 Carretera de San Agustín hacia el sur de Falcón
 Fósiles en las rocas, parte del legado histórico de esta parte de Venezuela
 Hay partes del camino que sencillamente te quitan el aliento, esta es una de ellas, sin duda hace olvidar el precario estado de la carretera
 Y cuando la vialidad es más o menos transitable, el panorama tampoco es malo
 Calvario que da la bienvenida a Guajiro, está enclavado en la mismísima plaza Bolívar
 El Bolívar de Guajiro
 Viviendas de caña y barro de la región falconiana
 Vista desde el otro extremo de la plaza Bolívar
 Iglesia de Guajiro
 El tiempo pasa y deja sus huellas en cuanto rincón se mire de estas tierras y además, poco se hace para compensar el desgaste de las cosas
Río Jordán al caer la tarde