martes, 8 de febrero de 2011

Carora, Lara

Después de mucho planificar mi venida a esta ciudad, finalmente pude cumplir con mi objetivo de visitar Carora.
La ciudad como tal es toda una joya cultural y arquitectónica que a decir verdad, me pareció de los mejores lugares que he conocido. Lo relamente sorprendente es que a pesar del tiempo, aquí existe un gran número de viviendas que datan desde la misma época colonial y claro, en la actualidad son parte del patrimonio del estado y funcionan como sedes de entidades públicas y privadas; pero, en fin, su conservación es lo resaltante ya que se encuentran prácticamente en su estado original. 
Carora tiene un lugar especial en la geografía de esta parte del país dada su ubicación estratégica entre ciudades más populosas como Barquisimeto y Maracaibo.
Viniendo desde Barquisimeto, lo primero que salta a colación en el ambiente es el denominado Portal del Sol, este sitio juega una suerte de oásis en medio del fuerte calor que acostumbra hacer en esta parte del país. Cuenta con una fuente que mana agua las 24 horas del día, un gran jardín y obviamente, como su nombre lo indica, un Portal construido a modo de fachada colonial. La verdad, desconozco si dicho portal era parte de un todo en la antigüedad, que no sería de extrañar dado su cierto parecido con la fachada del Hospital Vargas en San Cristóbal, pero sí debo reconocer que el conjunto hacen que la bienvenida a la ciudad ya sea agradable.
Carora es una de las pocas que tiene el honor histórico y poblacional, de contar con una Catedral, su estructura es colonial y como tal, bastante sencilla, me parece que es mucho mejor lo que hay en su interior ya que las figuras y el altar mayor están bellamente confeccionados.
Frente a la catedral está la plaza Bolívar, esta sí es un tanto decepcionante. No lo digo por su tamaño ni por sus jardines, de hecho, la ornamentación y aseo del lugar la hacen de las mejores del país, lo malo es que a diferencia incluso de entidades menores como parroquias, caseríos y pueblos, aquí el Libertador es solo un mero busto. Tiene amplias caminerías y grandes árboles muy bien cuidados.
Cuando hablaba de reliquias arquitectónicas y hacía referencia a las casas antiguas, es porque la mayor parte de ellas jugaron un rol histórico en la conformación de Venezuela, una de ellas es la casa del Balcón de los Álvarez donde, según algunos registros históricos, se hospedó Simón Bolívar en 1821 cuando se dirigía rumbo a Colombia.
Otra de las edificaciones en perfecto estado de conservación es la famosa Biblioteca Aguinagalde, esta institución ha servido a la enseñanza y a desarrollar un nivel cultural de los caroreños.
Además de la Catedral, Carora tiene la suerte de tener varias capillas de importancia. Una de ellas es la conocida como El Calvario, la cual data de 1787.
No quedé decepcionado de la ciudad. Sin duda, vale la pena conocer carora y su gente. Valió la pena la demora.
Mañana tengo algunas reuniones para finiquitar el cronograma de trabajo y el manual de procedimiento para la entrega del material con la Gobernación de Lara. Estaré de vuelta en Barquisimeto y el fin de semana nuevamente en mi San Cristóbal para disfrutar del juego Táchira - Santos correspondiente a la primera fecha de la Copa Libertadores de América 2011.

 Detalla de la Lara - Zulia saliendo de Barquisimeto
 Portal del Sol
 Catedral de Carora
 Detalle del busto del Libertador en la plaza Bolívar
 Biblioteca Aguinagalde
 Antiguo hospital de Carora, hoy sede del diario El Impulso
 Casa de la Cultura
 Capilla El Calvario
 Un tanto abandonada pero igual de llamativa es la Casa de la Diversidad Cultural, es un museo en el que se exponen artículos de la colonia no sólo propiedad de los españoles, también de los indígenas que poblaron estas tierras
 Esta capilla, denominada de Las Tres Cruces, fue la que más llamó mi atención. Lástima que no abrió durante mi visita
 Plaza en honor al prócer Jacinto Lara
Detalle de Carora colonial de noche