En restrospectiva, yo sé que estas memorias son poco más que un pasquín, porque en realidad el blog estaba diseñado para que se realizara en dos idiomas, uno para mis amigos en Francia y el otro para mis coterráneos venezolanos. Como lo pueden ver, desde hoy seguiré con la misma tónica de antes. Sólo escribiré en castellano.
Viéndolo por el lado positivo, ahora sí podré dedicarme a escribir más a menudo ya que en San Cristóbal recibí mención del Ministerio de Educación para crear un mapa venezolano más detallado, evidentemente, sigo con mi trabajo en Corpoandes y diario La Nación, pero por Corpoandes sólo estaré laborando con las estadísticas de producción de las zonas visitadas y con La Nación en la edición de su página web.
Ahora bien, sin más rodeos, hoy estuvimos en La Miel, pueblo larense ubicado en la frontera con el estado Portuguesa, con el que de hecho tiene mejores relaciones que con la metrópolis de Barquisimeto.
Es un pueblo reciente y con muchas deficiencias en el área estructural. Para empezar, la plaza Bolívar está en construcción aún y existen ciertas veredas que están muy desatendidas por las autoridades municipales.
La iglesia está erigida en honor a la Virgen María Auxiliadora, es bastante sencilla y tendría mucho más explendor de no ser por la cantida de tierra que se está removiendo por parte de los obreros que trabajan en la plaza Bolívar.
Básicamente su economía depende de la agricultura, es por ello que sus vías de comunicación están en perfecto estado y se mantienen así gracias a que sus productos son suministrados a Barquisimeto y Acarigua, dos importantes polos económicos del centro del país.
No habiendo más que decir, estas son las mejores tomas del pueblo y sus alrededores.
Entrada a La Miel, al fondo el cerro El Botucal
Iglesia de María Auxiliadora
No por nada se le llama al estado Lara el de los crepúsculos, este lo capté en la vía hacia Sarare
