jueves, 21 de octubre de 2010

Humocaro Alto, Lara

Iniciamos el recorrido por una zona de amplio interés para el ecoturismo en Venezuela. 
Bien temprano nos dirigimos al cerro Buenos Aires, el cual tiene una altura poco considerable pero lo contrasta con la variedad de quebradas que lo avenan, todas con aguas cristalinas y poco caudalosas; sin embargo, la atención principal la tiene una denominada Zumbador.
Quebrada Zumbador es una vertiente un pequeño río que desciende del cerro, pero esta tiene una arteria aparte a través de un intrincado amasijo de rocas y hace su descenso final con una pequeña cascada que hace gala a su nombre. Es poco visitada por el acceso tan difícil; además, el poco desarrollo de la zona hace que esta pase desapercibida, no así, el cerro Buenos Aires, ya que este es utilizado por algunos mochileros para descansar o pasar jornada, incluso aquí se hacen excursiones por parte de grupos universitario y de scouts.
Luego del descenso del cerro llegamos al pueblo de Humocaro Alto, lo bonito de este pueblo es la entrada, la cual consiste en una carretera llena de morichales a lado y lado, de ahí en adelante es muy parecido a La Palmera.
Este pueblo es de tradición larense e incluso hace un esfuerzo para que sea reconocido, más allá de su riqueza agrícola, por su herencia ancestral. 
La iglesia de Nuestra Señora del Rosario es parte de ese atractivo y vale la pena conocerla. La plaza Bolívar si es modesta, eso no hay que negarlo, pero el mercadillo que hay en sus inmediaciones invita al turista a conocer más del pueblo.













miércoles, 20 de octubre de 2010

La Palmera, Lara

Lara nos recibió con las mejores galas. Ya anteriormente había estado en la ciudad de Barquisimeto, sin embargo, desde ayer tuve la oportunidad de ver una faceta que no conocía de este estado, lo rural, sus campos.
En la ocasión que estuve en Barquisimeto la experiencia no fue muy buena y por eso no me hacía grandes expectativas, es por ello que debo reconocer que esa experiencia fue algo del pasado y que como tal, a él pertenece. 
La entrada al estado Lara desde Chabasquén se hace por carreteras rurales y lo primero que nos encontramos fue el pueblito de Guaitó. Este villorrío es modestísimo y, al igual que Chabasquén, tiene muchas casas que han sido abandonadas o que han pasado a tener otra función muy distinta a la que tuvieron antaño. Las tierras de Guaitó son de las más productivas del estado, sin embargo, estas riquezas se explotan en pequeña escala, casi para un consumo local; los rubros más destacables son el café y la caña de azúcar, el primero es por distancia el más predominante.
Desde allí seguimos en un ascenso hasta las cumbres del cerro Carachero, siempre por carreteras destapadas y para resaltar, eso no lo puedo dejar pasar por alto, los panoramas que se tienen de las montañas larenses y muy a lo lejos, las llanuras de Portuguesa. El descenso por esta vía única nos conduce a la aldea de Jabón, la cual es muy típica y tiene un parecido al de cualquier pueblo cafetalero de Los Andes, con la singularidad que aquí no se producen artesanías en barro o cestería, sino instrumentos musicales. Aunque suene cómico, el pueblo realmente se llama así, por eso nos tomamos la molestia de preguntar el por qué a tan singular epónimo y la respuesta fue que sus calles son muy resbalosas cuando llueve. En este pueblo solo nos detuvimos a desayunar y a pesar que fue muy breve el tiempo de nuestra estancia, lo que vimos fue muy llamativo.
Cerca del mediodía finalmente llegamos a nuestro destino, La Palmera, todavía más bonito que Jabón. Allí sus casas cuentan con un estilo arquitectónico que data de las fechas de la Independencia.
La Palmera no es un pueblo nuevo, tiene 400 años, de los cuales 200 han sido vistos por la iglesia de San Antonio de Padua, a la que por más que intentamos ingresar, siempre estuvo cerrada.
Este pueblo cuenta con todos los servicios y las posadas están bien equipadas, además de contar con muy buena atención a los turistas, que de paso decir, son pocos.
No porque no sea muy visitada La Palmera es un destino que no deba ser tomado en cuenta, al contrario, vale la pena venir, se los digo yo que estoy cumpliendo con labores destinadas meramente al agro y terminé tan impactado por su ambiente que la incluí entre mis favoritas para regresar en alguna ocasión. 
Pero no todo queda en el pueblo y en las impresionantes vistas del cerro Carachero, a tan solo dos kilómetros de La Palmera existe un parque recreativo llamado Cascada Arzobispo, el cual es un tobogán natural rodeado por el verde de la naturaleza, con casi nada de intervención humana, eso sí, con muy buenos accesos, muy bien conservado y muy ecológico.
La Palmera, para mi, es uno de esos sitios donde uno desea estar siempre y asevero que solo se puede admirar, si se le visita.

 Carretera hacia Guaitó
 Depósito de café, antigua prefectura de Guaitó
 Ascenso hacia el cerro Carachero
 Vistas desde El Carachero
 Nidos de loros en El Carachero
 Geografía larense en todo su esplendor, en lo más lejano, Portuguesa
 Lara desde El Carachero
 Siembra de tomate en la vía hacia Jabón
 Veredas rurales cerca de Jabón
 Iglesia de Jabón
 Detalles del pueblo, nótese lo lisas de las baldosas, imagínense cuando llueve
 Carretera hacia Arenales
 Escena cotidiana en las inmediaciones de Arenales
 A pocos kilómetros de La Palmera, esta es la imagen que nos recibe del pueblo
 Entrada a La Palmera
 Detalles de La Palmera
 Prefectura y sede de la policía de La Palmera
 Plaza Vieja
 El salvador del día, Cantv
 Vista posterior de la iglesia San Antonio de Padua
 Iglesia San Antonio de Padua
 Amanecer en Jabón
 Parque recreacional Arzobispo
Detalle de Cascada Arzobispo a mediodía