Después de unas largas vacaciones en las que disfruté los momentos más gratos del año con mi familia en San Cristóbal, las labores cotidianas retornan a su lugar y es así como mi empleo me tarjo hasta el estado Cojedes.
Arribé a El Baúl, una localidad del sur del estado y que está avenada por los ríos Tinacón y Portuguesa, donde la ganadería es ampliamente explotada y el potencial minera está en vías de desarrollo.
El Baúl es una tierra conocida por ser de las mejores del país para la explotación de ganado de carne; aquí son variadísimas las razas y cruces que han hecho los productores con el único fin de lograr una cría más rapída y a su vez, más rentable.
A pesar de estar ubicada en los llanos venezolanos, El Baúl está rodeado de cerros y montañas de escasa altura, no mayores a los 300 metros.
Del pueblo, la verdad, hay poco que decir, es muy similar a Pedraza La Vieja en el estado Barinas, con la diferencia que El Baúl es mucho más comercial; lo que sí debo destacar es un pueblito en la carretera que sale de El Baúl y que comunica con la ciudad de Arismendi en Barinas, se llama Igüe y aunque es bastante insignificante geográficamente hablando, sus plamares son idílicos y permiten observar una pequeña muestra de la fauna cojedeña.