Toma su simpático nombre de un ave venezolana propia del estado Aragua, al menos eso es lo que he leído.
Es una zona rica en cuanto a su pluralidad religiosa. Son muchas las manifestaciones tanto arquitectónicas como pictóricas y esculturales que se encuentran en la ciudad, las más llamativas, la Redoma del Calvario, la estatua de San Jerónimo y la estatua de la Madre Teresa de Calcuta, sin dejar de lado la bellísima iglesia de San Jerónimo, la cual me trae recuerdos de la Catedral de San Cristóbal.
La plaza Bolívar es propia del gentilicio cocoroteño, amplia y organizada, con algunas chaguaramas o palmeras correctamente distribuidas en sus espacios.
A Cocorote llegamos el día 23. Apenas se encuentra a 16 minutos de Boraure. Lo que más nos llamó la atención, a mi familia y a mi, son las granjas y espacios rurales que hay en los alrededores de la ciudad. Nosotros nos quedamos buena parte del tiempo disfrutando de la verde naturaleza yaracuyana en esta zona, por eso creo que es poco lo que puedo comentar de esta bella ciudad. Aquí una muestra fotográfica local.
Casas de Cocorote, con notable acervo clásico
Iglesia de San Jerónimo de Cocorote
Detalle de la Plaza Bolívar
Otra toma de la iglesia
Redoma El Calvario
Parte de la ideología yaracuyana, aquí está la estatua de María LIonza
Imagen de la Madre Teresa de Calcuta, fundadora de una comunidad religiosa en la localidad y toda una figura de referencia mundial
Caminos verdes de Cocorote
El fresquísimo río Cocorote